
El caso de mi amiga Ana por ejemplo, una mujer eficaz, trabajadora, de mente inquieta, todo un fichaje... Debido a todas estas aptitudes, o por lo menos eso pensaba, Antonio, su jefe, confiaba plenamente en ella y su trabajo, era una relación optima, donde a parte de compartir entorno laboral, compartían ocio y aficiones varias. Un buen día, el Sr. Antonio se quiso acercar mas de la cuenta a Ana, y ella viendo que se podían complicar las cosas, decidió irse alejando poco a poco, es mas, conoció a alguien con el que era muy feliz...eso a Antonio le volvió loco, pues debió confundirla con un objeto mas de su propiedad, y aun que este "Sr." tiene su familia parecía no pararle nada.
Fue ahí cuando empezó a cambiar su actitud hacia Ana radicalmente, y de la noche a la mañana todo lo que antes estaba bien, de repente estaba mal, y empezó un machaqueo continuo...

Supongo que a alguno todo esto os parecerá de película, pero por lamentable que parezca en la realidad también pasa...y mucho!
Queridas amigas, no os achantéis, ellos serán los jefes, pero no son Dios...y tienen la obligación de respetaros y vosotras en todo caso el derecho a defenderos...
Estoy totalmente de acuerdo.
ResponderEliminarSe trata de un complejo de inferioridad de todos esos "abusones de poder"; en otro sitio (p. ej.: en sus casas) serán peleles a los que su "autoridad" no les sirve.
Y por otro lado: recordad que a los únicos árboles que se les tira piedras son a los que dan fruto.
Es pura envidia.